Análisis de mercados eléctricos a largo plazo en contexto de integración regional en América Latina
Presentado en la "12th meeting of the OECD-IADB Latin American Competition Forum", Montevideo, Uruguay, 16-17 Septiembre 2014
Presentado en la "12th meeting of the OECD-IADB Latin American Competition Forum", Montevideo, Uruguay, 16-17 Septiembre 2014
1. Introducción
La visión inicial de las
interconexiones eléctricas internacionales como una fuente de confiabilidad y
seguridad de suministro eléctrico ha ido evolucionando en los países de América
Latina (AL) hacia una nueva visión, que considera tomar la mayor ventaja
posible de la integración de los mercados eléctricos en la que las
transacciones de mercado puedan realizarse entre países. Una integración completa de los mercados
eléctricos nacionales requiere idealmente: a) un operador del sistema único para
todos; b) una autoridad regulatoria común; c) un mercado unificado con
transacciones de corto, mediano y largo plazo.
Los contratos de suministro
eléctrico a largo plazo son instrumentos financieros usados comúnmente en
mercados eléctricos, que ofrecen un flujo cierto de ingresos a las empresas de
generación eléctrica (generadores) y permiten obtener un precio estabilizado y
un suministro seguro al comprador. Los
contratos a largo plazo reducen los riesgos del mercado spot e incentivan la
construcción de nuevas centrales, incrementando la seguridad de suministro en
el sistema eléctrico. Los países en AL
han experimentado diferentes mecanismos de mercado para asignar contratos a
largo plazo, desde la determinación administrativa de precios (Ecuador), a
contratos a largo plazo de energía (Perú, Chile, Brasil) y contratos de opción
de compra de energía (Brasil y Colombia).
Estas diferencias en los mercados constituyen un desafío para lograr la
integración plena de los mercados eléctricos y levantan la pregunta de cuál forma de mercado es la indicada para un mercado eléctrico regional integrado.
En este trabajo se
analizan las características de los mercados eléctricos a largo plazo en
Colombia, Perú, Ecudor, Chile y Brasil, identificando aquellos retos relevantes
para la competencia en un mercado integrado.
Este trabajo está organizado de la siguiente manera: en la sección 2, se
realiza una brevísima revisión de algunas experiencias de interconexión e
intentos de integración de mercados eléctricos en AL, y algunas de las
dificultades que han sido señaladas en la experiencia europea para promover la
competencia en mercados eléctricos integrados.
En la Sección 3, se analizan diferencias observadas en algunos
mercados mayoristas eléctricos en AL, diferencias que ofrecen un reto para la
integración de mercados. En la Sección
4, se analiza los sistemas de contratos a largo plazo que son utilizados en los
mismos países de AL para entregar incentivos a la inversión en centrales
eléctricas e incrementar la seguridad de suministro en sus mercados. En la Sección 5 se entregan
algunas conclusiones del análisis.
2. Interconexión
e Integración de Mercados Regionales
2.1 Interconexión
de redes eléctricas e integración de mercados eléctricos en AL
Muchos países en AL han
conectado sus redes eléctricas nacionales a través de conexiones
internacionales, con la finalidad de asistirse mutuamente en caso de crisis
energéticas, producto de aumentos inesperados de demanda o fallas de
generación, aumentando de esta manera la confiabilidad de sus sistemas. Por ejemplo, en el Gráfico 1 se muestran
algunas interconexiones activas y en proyecto, entre redes nacionales de países
en América del Sur.
En la mayoría de los
países, las redes de generación y transmisión eléctrica aún son operadas a
nivel nacional por un operador de sistema, considerando las conexiones
internacionales como una fuente adicional de demanda u oferta en las
operaciones diarias del sistema. Las
transacciones en los mercados spot y de largo plazo entre actores privados
ocurren principalmente dentro de los mercados mayoristas nacionales.
La visión de las
interconexiones eléctricas internacionales como una fuente de confiabilidad y
seguridad de suministro ha ido evolucionando a fin de obtener las ventajas de
un mercado regional integrado. Siguiendo
esta visión de integración, Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador,
Nicaragua y Panama han formado el Sistemas Eléctrico de Países de América
Central (SIEPAC), que tiene su propio operador de sistema a nivel regional y un
regulador regional. En el
SIEPAC se respeta la diversidad que existe tanto en mercados como en
regulaciones en los 6 países que lo conforman y funciona como un séptimo mercado alternativo que cuenta con sus propias reglas. Los niveles de transacciones internacionales en los últimos años se mantuvieron bajos hasta Junio del 2013: menos
del 1% de la energía producida en todo el sistema fue exportada / importada
entre los mercados en los últimos 5 años. Sin embargo, a partir de Junio 2013 las transacciones aumentaron con la vigencia del Reglamento el Mercado Eléctrico Regional y el inicio oficial de las operaciones.[1]
Gráfico 1: Interconexión de Redes nacionales en
América del Sur
Fuente:
CIER, 2013
Otro ejemplo lo conforma
la Comunidad Andina de Naciones (CAN), conformada por Colombia, Ecuador, Perú y
Bolivia, la cual ha venido estudiando la creación de un mercado subregional desde
el año 2002, conocido como el Sistema Interconectado Eléctrico Andino (SINEA). [2],[3] En el año
2003, Colombia y Ecuador interconectaron físicamente sus redes a través de una
línea de 230 kVA de doble circuito e iniciaron sus transacciones
internacionales (una segunda línea de 230 kVA fue construida en el 2008). [4]
2.2 Conexiones
internacionales y competencia en mercados mayoristas
Tener mercados eléctricos
interconectados e integrados debería exponer, tanto a generadores como a comercializadores
en los países interconectados, a una fuente adicional de competencia. La
posibilidad de exportar energía eléctrica a otros países debería incentivar la
construcción de centrales eléctricas más grandes y eficientes en aquellos
países con mayor riqueza de recursos naturales para generación (gas natural,
hídricos). De esta manera, al importar
electricidad de estas fuentes, los precios deberían ser presionados a la baja
hasta el mínimo costo para abastecer la demanda en los países integrados.[5] Las
importaciones pueden tener un rol importante en disminuir la participación de
mercado de las empresas de generación incumbentes en los mercados eléctricos
nacionales. [6]
Sin embargo, de acuerdo a
la observado por la Unión Europea,[7] el mayor nivel de competencia que prometen los
mercados integrados puede verse reducido debido a:
1.
Congestión en
las conexiones internacionales. El
proceso de arbitraje (comprar barato y vender caro) entre mercados nacionales,
debiera cambiar el patrón de generación en el mercado integrado hacia el uso de
tecnologías de menor costo. Sin embargo,
la congestión en las conexiones internacionales pueden limitar las
oportunidades de arbitraje, debido a que termina por aislar los mercados
nacionales, lo cual finalmente impide que se igualen los precios.
En el Gráfico 2, por ejemplo, se muestra la experiencia en el
mercado eléctrico europeo, después del acoplamiento de sus sistemas eléctricos
en Mayo de 2014, en el cual debido a restricciones de la capacidad de
interconexión los precios no han podido igualarse entre mercados nacionales. En este escenario, las importaciones tienen
un efecto limitado en la competencia y nivel de concentración en los mercados
nacionales, y los consumidores terminan pagando más por la electricidad de lo
estríctamente necesario.
Gráfico 2: Porcentaje de horas que coinciden
CMgs en mercado europeo acoplado.
2. Bajos
incentivos a incrementar la capacidad de las interconexiones. La congestión en las interconexiones producen
ingresos de congestión en la operación de los sistemas, que debieran utilizarse
para financiar el aumento en la capacidad de la interconexión pero también
pueden ser utilizados por los gobiernos nacionales para subsidiar las tarifas
de transmisión a nivel nacional.
Construir nuevas conexiones internacionales también puede ser complicado
para los países, debido a que incrementar la capacidad de conexión puede
requerir además un reforzamiento sustancial de las redes al interior de cada
país.
3.
Los mecanismos
utilizados para asignar la capacidad de interconexión existente. Los mecanismos que no son de mercado, como
son el “primero en llegar, primero en ser servido”[8] o el racionamiento a prorrata de la demanda[9], pueden resultar en un uso ineficiente de la capacidad
de interconexión, debido a que no necesriamente asignan dicha capacidad a los
participantes que más la valoran. Los
“derechos de uso de capacidad” [10], que pudieron crearse a favor de los interesados
en financiar la interconexión, también puede resultar en una asignación
ineficiente si es que los mercados secundarios para transar la capacidad
remanente o no utilizada se mantienen inmaduros. Asimismo, los mecanismos anteriores pueden
ser sujetos de manipulación por parte de las empresas incumbentes en cada
mercado, para bloquear el acceso de energía del exterior a la red.
Por otro lado, los mercanismos basados
en el mercado, como las subastas explícitas o implícitas, [11] ,[12] pueden ser más eficientes en asignar la capacidad
de interconexión a aquellos actores que la valoran más. Sin embargo, como la experiencia en algunos
mercados europeos indica, las subastas explícitas aun pueden resultar en
asignaciones economómicas ineficientes en caso que la asignación de la
capacidad de la interconexión se realice antes de que conocer el resultado de
la asignación den los mercados energéticos de ambos países. [13] En dicho
caso, los actores del mercdo deben realizar ofertas por la capacidad de la
conexión basados en expectativas e incertidumbre respecto al precio que
ocurrirá en el mercado eléctrico mayorista de ambos países (y que determina las
oportunidades de arbitrar), pudiendo obtener pérdidas en el caso que el precio
efectivo sea diferente al esperado. Por
otro lado, en las subastas implícitas, debido a que tanto la energía como la
capacidad de interconexión se transan de manera conjunta, son más eficientes en
asignar la capacidad de interconexión.
4. La necesidad
de armonizar las reglas administrativas y para las transacciones en los
mercados integrados.[14] Reglas muy
distintas incrementan la complejidad de realizar transacciones entre mercados
nacionales, reduciendo el ámbito para que exista competencia. Una armonización completa de los mercados
integrados require idealmente un operador único del sistema interconectado, una
autoridad regulatoria común y un mercado mayorista unificado. Al respecto, el Grupo de Reguladores para
Electricidad y Gas de la Unión Europea (ERGEG, en sus siglas en inglés), han
realizado algunas propuestas prácticas para eventualmente tener un mercado
eléctrico integrado, armónico y competitivo en la Unión Europea: [15]
·
Definición de
Zonas de Oferta, en las que todos los participantes puedan participar y
realizar ofertas en un mercado spot y de largo plazo común. Las Zonas de Oferta se definirían en base al
nivel de congestión observada en las líneas que conectan las distintas Zonas, y
dicha definición sería revisada cada dos años.
·
Un operador
único del sistema interconectado, que determine simultáneamente el volumen de
producción y precios en todas las Zonas de Oferta. Los precios entre zonas debieran ser
distintos solo si existe congestión en las líneas que los conectan.
·
Un mercado a
corto y largo plazo para tranzar la capacidad existente de las interconexiones
internacionales, las cuáles deben incluir cláusulas del tipo “úselo o véndalo”.
3. Diferencias
en los mercados mayoristas en algunos países de AL
En esta sección se
presentan las diferencias entre cinco mercados eléctrico mayoristas en AL:
Colombia, Brasil, Chile, Ecuador y Perú.
Estas diferencias ofrecen un reto para una completa integración
eléctrica regional.
3.1 Mercado
mayorista colombiano
Existen dos tipos de
compradores en el mercado mayorista colombiano: los compradores regulados
(usuarios finales en compañías de distribución eléctrica) y compradores
libres. De acuerdo a la regulación
colombiana, para ser un comprador libre, el cliente debe consumir más de 55
MWh/mes de energía o tener una demanda máxima mayor a 100 kW. Tanto las compañías de distribución como los
compradores libres no pueden comprar directamente energía en el mercado spot
sino que deben firmar contratos de suministro con los comercializadores
mayoristas (en Colombia, la generación y la comercialización eléctrica son
actividades separadas verticalmente).
Los comercializadores pueden comprar energía en el mercado spot y firmar
contratos de largo plazo con las compañías de generación eléctrica y los
compradores finales.
El mercado spot está
organizado en forma de subastas de energía con un día de anticipación, donde
las empresas de generación ofrecen precios que reflejen el costo de despacho de
sus centrales y deben declarar la disponibilidad operativa de las mismas para
el día siguiente. Las centrales
eléctricas son despachadas al día siguiente de acuerdo a mérito económico,
utilizando como referencia los precios ofrecidos el día anterior. El costo marginal del sistema se fija como el
mayor precio ofrecido por aquellas centrales que fueron despachadas para
atender la demanda en cada hora. Las
empresas de generación pueden firmar contratos a largo plazo con los
comercializadores, a fin de cubrirse del riesgo de mercado spot, los cuáles
usualmente duran entre uno y dos años.
En el mercado eléctrico
colombiano no se ofrece un pago directo por la capacidad firme de las centrales
eléctricas (como se hace en Perú y Chile, por ejemplo). [16] En su lugar, todos los costos de las centrales
eléctricas deben ser recuperados a través de los precios de la energía. Sin embargo, desde el 2006, Colombia empezó a
realizar subastas de contratos a largo plazo de obligaciones de energía firme. En estos contratos, las generadoras aceptan
la obligación de entregar cierta cantidad de energía a un precio de
racionamiento establecido en el contrato, cuando el precio spot del mercado es
mayor al precio de racionamiento. [17] En
retribución, la generadora recibe un pago constante denominado “Cargo por
confiabilidad”.[18]
3.2 Mercado
mayorista ecuatoriano
Existen dos tipos de
compradores en el mercado mayorista ecuatoriano: los compradores regulados
(clientes de empresas de distribución) y los compradores libres. De
acuerdo a la regulación ecuatoriana, para ser un comprador libre se requiere
consumir más de 4.500 MWh/año de energía y tener una demanda máxima mayor a 650
kW en los últimos seis meses. Los
compradores libres pueden firmar contratos de largo plazo directamente con las
empresas de generación y/o importar energía desde Colombia. Las compañías de generación eléctrica, la
mayoría en manos del Estado, tienen la obligación de vender a las empresas de
distribución (también en manos del Estado) en primer lugar.
No existe un mercado
mayorista propiamente tal en Ecuador.
Las centrales eléctricas son despachadas en orden de mérito económico de
acuerdo a costos variables declarados.
Las centrales eléctricas reciben, por parte del Estado, un pago que cubre el costo variable de la generación realizada y su costo anualizado de inversión. Los consumidores pagan un costo que se compone de un costo marginal medio de generación proyectado a 4 años y un costo de inversión en una unidad térmica eficiente para atender la demanda máxima del sistema (aunque actualmente las tarifas están fuertemente subsidiadas).
No obstante lo anterior, el operador del sistema calcula un costo
marginal horario del sistema, el cual es utilizado para valorizar las transacciones
internacionales con Colombia.
3.3 Mercados
mayoristas peruano y chileno
Perú y Chile tienen
mercados mayoristas muy similares entre sí.
En ambos países existen dos tipos de compradores: regulados y
libres. Para ser un comprador libre en
Chile, el usuario debe tener una capacidad conectada al sistema mayor a 2.000
kW. En Perú, el requerimiento es de
2.500 kW. Aquellos usuarios con
capacidad conectada entre 200 (Perú)/500 (Chile) kW y el límite inferior de un comprador libre,
pueden elegir ser un comprador regulado o libre.
Las centrales eléctricas
son despachadas en orden de mérito económico, en base a costos variables
declarados y auditados, y un costo marginal del sistema es calculado por el
operador del sistema. En ambos países,
las generadoras son los únicos participantes en el mercado spot, es decir,
actúan como productores y comercializadores mayoristas en el mercado. Como productores, venden la energía y capacidad
firme de sus centrales al costo marginal (de la energía y de la potencia,
respectivamente) del sistema. Como
comercializadores de contratos de largo plazo, deben comprar la energía y
capacidad demandada por sus clientes, al costo marginal del sistema, y tienen
la obligación de abastecer sus clientes aunque sus centrales eléctricas no
hayan sido despachadas. Las generadoras
son libres de firmar contratos de largo plazo con empresas de distribución y
compradores libres, y reciben un pago fijo por la energía y capacidad que
suministran a sus clientes en dichos contratos.
En ambos países, los
procesos administrativos que establecían el precio de la energía para contratos
de largo plazo, entre empresas de generación y distribuidoras eléctricas, fueron
cambiados recientemente por un sistema de subastas de contratos a largo
plazo. En Chile, las empresas de
distribución deben subastar contratos, con una duración entre tres y 15 años,
para cubrir los requerimientos de energía y capacidad proyectados para sus
clientes regulados. Las empresas de
generación compiten entre ellas en el precio de la energía que ofrecen para
suministrar dichos contratos. El precio
de la capacidad queda fijo al costo marginal vigente al momento de la
licitación. Las compañías deben iniciar
el suministro de los contratos en aproximadamente tres años después de
realizada la subasta.
En Perú, el sistema para
asignar contratos es muy similar al chileno.
La mayor diferencia se encuentra en la duración del contrato y el plazo
que media entre el fin de la subasta y el inicio de suministro. Existen tres tipos de contratos que pueden
subastarse en Perú: contratos de corto plazo, con una duración determinada por
el regulador antes de la subasta y con inicio de suministro entre uno y tres
años después de realizada la subasta; contratos de mediano plazo, con una
duración de a lo más 5 años y con inicio de suministro en al menos tres años
después de realizada la subasta; contratos de largo plazo, con una duración
entre cinco y 10 años y con inicio de suministro en al menos tres años después
de realizada la subasta.
3.4 Mercado
mayorista brasileño
La definición de los
compradores es muy similar a las utilizadas en Perú y Chile. Para ser un comprador libre en Brasil, el
usuario debe tener una capacidad conectada al sistema mayor a 3.000 kW. Usuarios con capacidad conectada entre 500 kW
y la señalada anteriormente, pueden optar por ser comprador regulado o
libre. El despacho de las centrales
eléctricas y el mercado spot son similares a los de Perú y Chile; la única
diferencia importante es que en Brasil no existe pago alguno por capacidad
firme.
En Brasil coexisten dos
sistemas distintos para asignar contratos de largo plazo:
1.
Subastas de
contratos de energía. En este sistema,
contratos a largo plazo para abastecer clientes regulados en empresas de
distribución son subastados por la autoridad.
Existen tres tipos de contratos que pueden ser vendidos:
a.
Contratos a
un año por delante, con una duración entre tres y 15 años, que inician suministro
en un año posterior a la subasta. Este
tipo de contratos están dirigidos a las fuentes existentes de energía en el
sistema.
b.
Contratos a
tres años por delante, con una duración entre 15 y 30 años, que inician
suministro en tres años posterior a la subasta.
Este tipo de contratos están dirigidos a atraer nuevos proyectos de
centrales termoeléctricas al sistema.
c.
Contratos a
cinco años por delante, con una duración entre 15 y 30 años, que inician
suministro en tres años posterior a la subasta.
Este tipo de contratos están dirigidos a atraer nuevos proyectos de
centrales hidroeléctricas al sistema.
2.
Subastas de
contratos de opción de compra de energía.
Una opción de compra de energía es un instrumento financiero que
especifica cantidad de energía, tiempo de entrega, lugar de entrega y un precio
de ejercicio (de la opción) por la energía, y da al que lo posee el derecho,
pero no la obligación, de obtener la cantidad de energía al precio de ejercicio
especificados en el contrato, cuando el costo marginal del sistema exceda dicho
precio. [19] Para
asegurar la entrega, la opción de compra debe estar respaldada por capacidad de
generación eléctrica existente o en compromiso de inversión en capacidad de
generación que estará disponible al momento en que el contrato inicie
suministro. En retribución, los
generadores reciben un pago por capacidad en la forma de premio por la opción
de compra, y deben ceder a los clientes dueños de la opción el beneficio
inframarginal que ocurra cuando el costo marginal exceda el precio de
ejercicio. En Brasil la autoridad, en
nombre de las empresas de distribución, licita contratos similares a una opción
de compra. En los contratos licitados,
los clientes pagan una cantidad mensual fija al generador (para permitir la
recuperación de parte de los costos fijos y de inversión) por la disponibilidad
de sus centrales eléctrica y, además, devuelven al generador el costo variable
de generación de sus plantas cuando éstas producen. De esta manera, la empresa de distribución es
ahora responsable de todas las transacciones en el mercado spot. En Brasil, a los generadores se les permite
ofrecer en la subasta tanto el premio que quieren recibir como el precio de
ejercicio del contrato. [20]
Por lo anterior, la
principal diferencia entre los dos tipos de contratos a largo plazo que se
ofrecen en Brasil es que en los contratos de energía es el generador el que
asume todo el riesgo de precios y cantidad del mercado spot y, en cambio, en los
contratos de opción de compra el riesgo spot
es asumido por el cliente.
4. Consideraciones
para la competencia en mercados eléctricos a largo plazo
Los contratos de largo
plazo son instrumentos financieros que son utilizados en forma común en los
mercados eléctricos, que permiten a las empresas de generación obtener un flujo
de ingresos predecible, y a los compradores les permite obtener un precio
estable y un suministro más seguro. Los
contratos a largo plazo reducen los riesgos del mercado spot e incentivan la
inversión en nuevas centrales de generación, incrementando la seguridad y
confiabilidad de los sistemas eléctricos.
Como se señaló en la Sección anterior, varios países en AL han
experimentado con diversos tipos de mecanismos de mercado eléctrico a largo
plazo:
·
Perú, Chile y
Brasil tienen subastas de contratos de energía a largo plazo,
· Colombia
tiene subastas de contratos con obligaciones de capacidad firme y un “cargo de
confiabilidad”, que reemplaza el pago fijo por capacidad firme para centrales
eléctricas.
·
Brasil también
tiene subastas de contratos de opción de compra de energía, que corresponden a
una variante más sofisticada de los contratos de obligaciones de capacidad
firme que tiene Colombia. [21]
·
Ecuador no
posee un mercado a largo plazo propiamente tal, y el precio de la electricidad
es fijado administrativamente por el regulador para reflejar los costos
variables de producción en el corto plazo y los costos fijos de producción en
el largo plazo.
Estas diferencias entre
los regimenes de mercado ofrecen un reto particular para una intergración plena
de los mercados eléctricos nacionales (especialmente para la Comunidad Andina y
Chile) y levanta la duda razonable de cuál regimen sería el adecuado (óptimo)
para un mercado eléctrico regional integrado.
Para dar algunas luces respecto a esta discusión, que tiene que ser
tratada en forma técnica por las autoridades del sector eléctrico en AL,
presentamos a continuación un breve análisis de la experiencia y retos
existentes para promover la competencia en estos regimenes de mercado.
4.1 Subastas
de contratos de energía a largo plazo.
La experiencia reciente
en Chile con este tipo de subastas ha demostrado muchas dificultades en la
práctica para obtener precios bajos.
Como se puede observar en el Gráfico 3, Chile ha experimentado un
crecimiento continuo en los precios medios observados en sucesivas
subastas. Más aún, algunas subastas (las
del 2008 y 2013) tuvieron que ser declaradas desiertas debido a que no se
recibieron ofertas de generadores interesados.
Gráfico 3: Precio promedio de la energía en subastas de contratos a largo plazo
Fuente: Presentación de la Comisión Nacional de Energía ante el Congreso,
año 2014
Por el contrario, la
experiencia en Perú y Brasil con este tipo de contratos no ha sido del todo mala. Los precios en subastas sucesivas se
mantuvieron relativamente estables y nueva capacidad de generación ha sido construida en los
últimos años, como se puede apreciar en el Gráfico 4 para el caso peruano.[22] Sin embargo, algunas subastas (previas al año 2008) en Perú
tuvieron que ser declaradas desiertas por no recibir ofertas. [23]
Gráfico 4: Evolución de la capacidad y precio de contratos licitados en mercado peruano
Para obtener subastas de contratos de energía a largo plazo competitivas, es crucial tener la participación de varias empresas de generación y proyectos de generación, con importantes cantidades de energía que puedan ofrecer en las subastas para contratar a largo plazo. [24] De las experiencias de Brazil, Perú y especialmente de Chile, los mayores retos para conseguir una mayor participación de oferentes y energía contratable en este tipo de subastas son:
1.
Barreras de
tipo político y administrativo para la entrada de nuevos proyectos. Las barreras administrativas son creadas por
el retraso en la emisión de permisos (ambientales, por ejemplo) para la
construcción de centrales. Las empresas
de generación son renuentes a participar en las subastas con proyetos que no
tienen el correpondiente permiso de construcción, tanto para la central como
para la línea de conexión al sistema.
Las barreras de tipo político también son relevantes. En Chile, por ejemplo, varias comunidades
locales han logrado (en Corte Judicial) la suspensión y hasta la revocación de
permisos para la construcción de plantas termoeléctricas carboneras (Castilla,
Barrancones) y embalses hidroeléctricos (HidroAysén) en su zona.
2.
Poco tiempo
para la construcción de la central. En
la práctica se ha visto que 3 años han sido insuficientes para lograr tener en
operación algunos proyectos termoeléctricos que se presentaron en las
licitaciones y obtuvieron un contrato, debido a problemas no esperados en la
etapa de construcción y al exceso de demanda que existía en el mercado
internacional de turbinas (debido a la gran demanda de China en esos momentos),
que retrasaba su entrega a tiempo. Es de
un enorme riesgo para las empresas de generación eléctrica el firmar contratos
de largo plazo que inicien suministro antes de que puedan tener sus proyectos
eléctricos en funcionamiento.[25] Por ese motivo, las empresas de generación
son renuentes a participar en las subastas si pueden anticipar que no estarán
listos y en funcionamiento sus proyectos de generación al momento de iniciar el
suministro del contrato. Sin embargo,
como muestra las experiencias de Perú y Brasil, subastar varios tipos de
contrato, con suficiente flexibilidad en la duración del contrato y el periodo
que media antes de tener que iniciar su suministro, pueden ayudar a la
asignación de contratos de energía a largo plazo.
3.
Demanda total
dividida en múltiples procesos independientes.
Una subasta atractiva para una empresa de generación es aquella en la
que se demanda grandes cantidades de energía.[26] La experiencia inicial de Perú muestra que
las demanda de energía de compañías de distribución pequeñas, por ejemplo, no
es suficiente para atraer ofertas de las empresas de generación. Las compañías de distribución en Chile, en
cambio, han realizado esfuerzos desde un principio (auspiciadas por el
regulador) para coordinarse entre ellas y licitar de manera conjunta su
energía, de tal maenra de tener procesos que sean atractivos para los
generadores. Por otro lado, Brasil
subastó desde un principio toda la demanda proyectada de los clientes regulados
de todas las empresas de distribución en conjunto, en procesos dirigidos
directamente por la autoridad.
4.2 Contratos
de opción de compra de energía
Los contratos de opción
de compra de energía son utilizados en mercados eléctricos en los que solamente
se tranza energía, es decir, no poseen un pago por capacidad firme. Oren y Sioshansi (2003) argumentan que
mercados con un pago explícito por capacidad firme dan a los generadores
existentes incentivos a subdeclarar sus verdaderos costos de generación, en
orden a capturar la mayor cantidad de rentas posibles. Esto es posible debido a que el pago fijo por
capacidad garantiza un flujo constante de ingresos que ayudarían a las empresas
de generación a ser más agresivas en el mercado spot. Esta agresividad, sin embargo, puede desincentivar
la entrada de nuevas compañías y proyectos de generación en el mercado, y el
sistema eléctrico puede terminar finalmente con una estructura de tipo
oligopolística. En consecuencia, Oren
(2000 y 2003) propone reformular los mercados eléctricos con pago de capacidad
explícito en mercados de solo energía (como aquellos que actualmente existen en
Colombia, Brasil, California, Nodrpool, Australia, etc.) e introducir los
contratos de opción de compra de energía para asegurar a las empresas un pago
por capacidad, pero ahora acuerdo con la demanda de mercado.
Como demuestra la
experiencia colombiana, los contratos de opción de compra pueden coexistir con
contratos de energía a largo plazo (mediano plazo en el caso colombiano). En este caso, los contratos de opción de
compra y los de energía a largo plazo tienen objetivos diferentes: los
contratos de opción de compra permiten a las empresas de generación tener un
pago por capacidad acorde con la demanda, en cambio que los contratos de
energía a largo plazo les permiten cubrirse de los riesgos de precio y
cantidades del mercado spot.
Por otro lado, los
contratos de opción de compra modificados que se utilizan en Brasil sirven para
ambos propósitos: permiten al generador
tener un pago por capacidad y, a la vez, transfiere el riesgo de precio y
cantidades del mercado spot a los compradores.
Por consiguiente, en el caso brasileño, estos contratos actúan como un
sustituto a los contratos tradicionales de energía a largo plazo.
Una característica
importante en el diseño de estos contratos es que la reventa a otros
participantes, antes de que inicie el inicio de suministro, es permitida. Por ello, si la empresa de generación prevee
no tener lista su central para
abastecerla, puede acceder al mercado de reventa. Finalmente, como la experiencia tanto de
Colombia como de Brasil señalan, no existirían muchos problemas al utilizar
este tipo de contratos (aunque algunos detalles pueden ser mejorados): la
participación en las subastas es elevada y los precios observados se han
mantenido estables en sucesivas subastas.[27]
4.3 Fijación administrativa de precios
En el caso de Ecuador, el precio de la electricidad que reciben las
empresas de generación es fijada en forma administrativa por el regulador, para
reflejar el costo de producción variable de corto plazo y los costos de
producción fijos de largo plazo. Sin
embargo, antes del 2008, Ecuador sí tuvo experiencia con mercados spot y de contratos
a largo plazo, pero serios
problemas, como un elevado retraso en las inversiones de generación en centrales
costo – eficientes, grandes costos de producción con las turbinas gas-diesel
existentes, entre otros, motivaron el cambio drástico de regimen.
A medida que la integración de mercados eléctricos en la
Comunidad Andina se profundice y Ecuador logre el autofinanciamiento de su
sistema eléctrico (es decir, elimine su déficit tarifario), es posible que cambie
su actual regimen administrativo y permita la existencia de mercados
mayoristas, sin ser sujeto a los mismos problemas que experimentó
anteriormente.
5. Conclusiones
Las diferencias en los
regimenes de mercado a largo plazo en los distintos países de AL ofrece un reto
particular para la integración completa de los mercados nacionales, y levanta
la pregunta sobre cuál regimen sería el más apropiado aplicar en un mercado
regional integrado. Para dar algunas
luces al respecto, este documento hace un breve análisis de las experiencias y
retos existentes desde el punto de vista de la competencia en algunos mercados
de AL.
El análisis de algunos de
los mercados eléctricos mayoristas existentes en LA muestra que una de las
decisiones iniciales que se debería tomar en un proceso de integración es sobre
la existencia de un pago explícito por capacidad a los generadores (Chile y
Perú lo tienen, en cambio Colombia y Brasil no, por ejemplo; el SIEPAC tendrá un mercado integrado a largo plazo de energía firme). Análisis teóricos argumentan que tener un
pago explícito por capacidad puede inducir mayores nivels de concentración en
los mercados eléctricos. Por
consiguiente, puede ser una mejor estrategia el considerar un mercado regional
de sólo energía. Más aún, solo en este
tipo de mercados es razonable tener contratos de opcion de compra de energía,
para que los generadores obtengan un pago por capacidad acorde a la demanda.
También resulta
importante tener un mercado integrado de energía con contratos a largo plazo,
para permitir a los generadores (comercializadores) cubrirse contra el riesgo
de precios y cantidades del mercado spot.
También son deseables este tipo de contratos desde un punto de vista de política
de competencia, debido a que pueden ser capaces de reducir el poder de mercado
que se puede ejercer en el mercado spot e inducir un tren eficiente de
inversiones en generación. [28] Sin
embargo, algunos aspectos importantes deben ser considerados para obtener
mercados de contratos de energía competitivos: a) las barreras de tipo
administrativo y político que puedan existir para el mercado de generación,
debe ser manejado apropiadamente por la autoridad de cada país; b) es deseable
ofrecer contratos con diferentes duraciones y periodos entre el fin de la
subasta y el inicio de suministro; y, c) es deseable subastar un cantidad
suficientemetne alta de demanda de energía, para atraer a la mayor cantidad
posible de participantes.
Otros aspectos importantes
para lograr mayor competencia, tiene que ver con la transparencia y firmeza de
las obligaciones adquiridas en los contratos de energía a largo plazo y en los
contratos de opciones de compra, en un escenario de integración internacional. Por ejemplo, debe quedar muy claro a todos los
participantes del mercado integrado, la manera en que las autoridades locales
van a priorizar las obligaciones de largo plazo de los contratos, en un
escenario de crisis energética en el sistema eléctrico local o regional. Un procedimiento o comité arbitral regional
para la resolución de conflictos también es deseable, donde tanto las empresas
privadas como los Estados puedan resolver en armonía sus conflictos comerciales
en contratos de largo plazo.
Finalmente, otro aspecto que hay que analizar desde el punto de vista de la competencia, es cómo analizar las operaciones de concentración entre empresas de generación en los mercados integrados, ya que, en presencia de congestión en las interconexiones, dicha concentración puede originar operadores con gran poder de mercado en los mercados nacionales.
Finalmente, otro aspecto que hay que analizar desde el punto de vista de la competencia, es cómo analizar las operaciones de concentración entre empresas de generación en los mercados integrados, ya que, en presencia de congestión en las interconexiones, dicha concentración puede originar operadores con gran poder de mercado en los mercados nacionales.
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23.
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Disponible en: http://www.esmap.org/sites/esmap.org/files/REPORT%20LAC%20Electricity%20Challenge%20octubre%202010%20LESMAP%20FINAL.pdf
Disponible en: http://www.esmap.org/sites/esmap.org/files/REPORT%20LAC%20Electricity%20Challenge%20octubre%202010%20LESMAP%20FINAL.pdf
[1]
CEPAL (2013). Respecto al incremento de las transacciones a partir de Junio 2013, ver http://elmundo.com.sv/venta-regional-de-energia-crecio-200-hasta-marzo.
[4]
Peru y Ecuador también interconectaron sus redes en el año 2004 pero
dicha conexión no se encuentra activa.
[5]
Por ejemplo, Sauma, et al. (2010) demostró que la interconexión
eléctrica entre la CAN y Chile podría reducir los costos marginales de todos
los países.
[6]
ECC (2007b).
[7]
ECC (2007a) and ECC (2007b).
[8]
La capacidad se asigna de acuerdo al orden en que llegan las solicitudes
de transmisión al Operador del Sistema; empezando por la solicitud que llegó
más temprano, todas las solicitudes son atendidas hasta el punto en que toda la
capacidad de la línea es asignada.
[9]
Todas las solicitudes recibidas por el operador del sistema son
parcialmente aceptadas, de tal manera que cada a cada solicitud se le asigna
una proporción fija de la capacidad que solicitó, donde la proporción es igual
a la cantidad de capacidad disponible en la línea dividida por la suma de todos
los montos de capacidad solicitados.
[10] Una proporción de la capacidad existente de la
línea está asignada a través de contratos de largo plazo firmados en open
seasons, para asegurar la inversión de los interesados en construir la línea.
[11]
En una subasta explícita (a primer precio o precio uniforme, por
ejemplo) junto con la capacidad requerida los aplicantes declaran cuanto están
dispuestos a pagar por dicha capacidad.
Las ofertas se ordenan por precio y se asignan las cantidades, empezando
desde la oferta en precio más alta, hasta que se asigna toda la capacidad de la
línea.
[12]
En una subasta implícita, la capacidad de transmisión es administratada
implícitamente por dos o más mercados spots vecinos: los usuarios de la red
interconectada envían ofertas de compra o venta de la energía que desean comprar
o vender en cada mercado interconectado, y el mecanismo de mercado
determina la forma más eficiente y dirección del intercambio de carga entre los
mercados interconectados. De esta
manera, la asignación separada de la capacidad de transmisión no es necesaria.
[13]
ECC (2007a) y ECC(2007b).
[14]
Como, por ejemplo: diferentes periodos de tiempo para determinar los
balances de energía, diferencias en el mercado mayorista, etc.
[15]
ERGEG (2011).
[16]
La capacidad firme es la cantidad de potencia que la central tendrá
disponible con mayor probabilidad para producción o transmisión en cualquier
momento.
[17]
Oren (2000).
[18]
Ver http://www.creg.gov.co/cxc/secciones/que_es/que_es.htm
[19]
Oren (2005).
[20]
Barrozo, et al. (2006).
[21] Barrozo, et al. (2006).
[22]
Especialmente en Perú. En Brasil,
las empresas de generación no estatales se quejaron de que los precios de las
subastas eran artificialmente llevados a la baja por las empresas hidroeléctricas
estatales, quitando incentivos a participaciones futuras en dichas subastas
(Moreno, et al., 2010).
[23]
Moreno, et al. (2010).
A partir del año 2008 el regulador agrega las demandas de las empresas
de distribución para asignarlas en un solo proceso.
[24]
Fabra, et al. (2014), Lima (2014).
[25] En el caso de los mercados
mayoristas chileno, brasileño y peruano, el problema que se suscita para la
empresa de generación es que durante el periodo de tiempo entre la fecha de
inicio de suministro del contrato y la fecha de entrada a operación de la
central, no puede producir ni vender la energía de la central en el mercado
spot, pero mantiene la obligación de comprar energía a costo marginal del
sistema y recibir el precio del contrato por dicha energía durante ese
periodo. Si casualmente le toca un
periodo de costos marginales elevados, la empresa puede agotar rápidamente sus
reservas de liquidez y entrar en un proceso de quiebra, como ocurrió en Chile
con la empresa Central Campanario S.A. en el año 2011 (Lima, 2014).
[26]
En el caso de los proyectos de generación, les permite obtener en un
solo contrato la cantidad de energía necesaria para rentar y cubrir el riesgo
spot del proyecto.
[27]
OLADE (2012a). Lo cual, sin
embargo, no quiere decir que no sean inmunes a posibles acuerdos colusivos.
[28]
Allaz y Vila (1993), Anderson y Hu (2008).